LA PESTE PEDAGÓGICA

0003Compartimos La Peste pedagógica, colección de ensayos subtitulada «Escuela, Protesta, Estado y Razón Lúdica».

Para descargar la obra: LA PESTE PEDAGÓGICA

Para descargar por separado los ensayos que la constituyen:

LA ESCUELA Y SU OTRO. Para poetizar…

EN LOS TIEMPOS DE LA PROTESTA DOMESTICADA

ESTADO Y ETNOCIDIO. EL EXPONENTE ARGENTINO

EN DEFENSA DE LA RAZÓN LÚDICA

He aquí el prólogo y el índice del mencionado trabajo de investigación y escritura:

LUJOSAS CALAMIDADES DE LA PEDAGOGÍA

(Prólogo)

«Para testimoniar en favor de los apestados, para dejar por lo menos  un recuerdo de la injusticia y de la violencia que les ha sido hecha y para decir simplemente qué es lo que se aprende en medio de las plagas”
A. Camus, “La peste”

En tanto voluntad deliberada de intervenir en la subjetividad del otro, de incidir en su consciencia (para moldearla, reformarla o transformarla), alegando que tal operación se despliega «por el propio bien» del afectado, la disposición pedagógica ocupa un lugar de privilegio en los procesos de reproducción de las sociedades democráticas occidentales.

Todas y cada una de las «antropotécnicas» (en la acepción de J. Ellul y L. Mundford, retomada en nuestro tiempo por P. Sloterdijk: instancias, mecanismos y procedimientos para la elaboración del ser humano) sobre las que descansa el Capitalismo contemporáneo, desde la educación administrada hasta el entretenimiento deportivo, pasando por los servicios sanitarios, la producción mediática, el transporte público, la vigilancia jurídica y policial, la industria del juego y del juguete, etcétera, remiten a la Pedagogía como saber y como práctica constituyentes.

En efecto, no hay técnica de forja del sujeto moderno, no puede darse la biopolítica moderna (G. Agamben) ni la psicopolítica posmoderna (Byung Chul Han), sin esa pretensión infame de pesquisar, corregir o alterar metódicamente la sensibilidad, el pensamiento y la conducta del otro. Y no se trata ya de la inevitable «influencia» desencadenada por todo acto comunicativo, del «impacto» causado o de la «huella» dejada indefectiblemente por cada episodio de la interacción humana, en la línea de El espejo, film de A. Tarkovski; no se habla ahora del insuprimible «efecto de poder» suscitado por cualquier expresión de las relaciones personales y del desenvolvimiento social: me refiero al ejercicio «intencional», auto-reflexivo, sometido a evaluación y peritaje, mediante el cual un individuo o una corporación de individuos toma a su cargo la re-modelación tentativa de la personalidad del otro. Por eso he hablado de «voluntad deliberada» y de «alteración metódica»…

Dejando, pues, a un lado la microfísica de las «relaciones de poder», todo ese juego casi capilar de los litigios y de los forcejeos entre libertades a que tanto se refirió M. Foucault, pero sin salirnos del ámbito de la creación y re-creación bio-socio-pisco-política de los seres humanos, hallamos la colosal macrofísica de la «supeditación pedagógica», profundamente arraigada en ese despotismo y ese dirigismo moral e intelectual que ha caracterizado a la veta central de la cultura europea.

A pedagogía ha terminado hediendo la labor toda de los profesores, esos «educadores mercenarios» (así los calificó G. Steiner en Lecciones de los maestros) extremadamente nocivos; de los jueces y magistrados sin excepción; de los medicos, enfermeros y farmacéuticos; de los militares, policías y carceleros, al margen de su mayor o menor brutalidad; de las hordas psiquiátricas, psicológicas y psicoanalíticas; de los periodistas y demás incansables fabricantes de opinión; de los fabuladores de la política y de los profesionales de la reforma o del cambio institucional; de los asistentes sociales, de los activistas «comprometidos» y de las militancias filantrópicas de una u otra calaña; de los «pensadores» a sueldo y de los escritores venales, moscas y mosquitos del mercado aprobador o del mercado contestatario; etcétera.

«Pastoral» es el tufo de todo pedagogía; asunto de «predicadores, custodios y terapeutas», cabría añadir parafraseando a I. Illich. En la escala pequeña, son «pedagogos» los progenitores que, pretendiendo convertir a sus hijos en una superadora «imagen y semejanza» de sí mismos, organizan y orientan meticulosamente su formación. En la escala grande, la Escuela se ha erigido, desde su aparición decimonónica, en el Palacio horrendo de la pedagogía, contando con desalmados inquisidores y monstruosos correctores del carácter ajeno, desde Dewey, Montessori o Ferrer Guardia hasta Freinet «el activador» o Freire «el concientizador», por recordar unas pocas lujosas calamidades.

Como una «peste» se ha extendido la disposición pedagógica por todo el cuerpo social. Ratas contaminadas y contaminantes están siendo, en primera línea, las Universidades, los Centros de Estudio, los Colegios y las Escuelas Alternativas. A su regazo corren los demás aparatos del Estado, la marabunta de las instituciones ciudadanas, los oficios y desempeños «sociales» particularmente… Vivir en Occidente significa, en buena medida, tener que soportar a una legión de «pedagogos», unos pocos todavía con uniforme pero la mayoría ya de paisano, que se desviven y son generosamente remunerados por meter sus manazas en las cabezas de las gentes, podando y extirpando a consciencia, siempre en beneficio de la reproducción social optimizada vale decir, de la manía de perdurar del Capitalismo.

Actualización de la ética libertaria, la «anti-pedagogía» deja en paz a la gente (si bien «señala con el dedo», como gustaba Nietzsche, a los canallas y a los cínicos que se apoltronan en posiciones de solidaridad empírica con la Opresión, como la totalidad cómplice de los funcionarios del Estado y la suma abultada de los ejecutivos de las empresas), desistiendo de soñar Hombres Nuevos y de anhelar la «regeneración» de aquella supuesta infinidad de seres «defectuosos» o «malvados», calificados así por no ajustarse en su obrar y en su pensar a una doctrina pretendidamente «esclarecedora», iluminada y luminosa. Se ensaña, esto es innegable y habrá de caracterizarla siempre, con las lógicas, con los dispositivos, con las estructuras. Con los esquemas, con los conceptos, con las Ideas. Con los himnos, con las banderas, con los eslóganes y con las pancartas, con los emblemas. Deniega el tatuaje interior.

Este libro recoge cuatro ensayos, en los cuales la crítica anti-pedagógica se «expone» (en el doble sentido de la expresión: mostrarse y arriesgarse), lanzando cabos a una perspectiva en la que se diluye y fortifica al mismo tiempo y para la que he elegido el término «desistematización». Cada ensayo fue motivado por una solicitud, de charla o de artículo, que se me allegó desde que vivo en Buenos Aires. Los reuní porque parecen cerrar un ciclo, porque su emparentamiento se da en lo demasiado hondo, porque los sentí abrazándose en la «voluntad de obra». Son decires afilados, ingratos, a su manera frágiles y rotundos, nacidos de años y años de investigación y de vida. «Cum ira et studio», que decía Francis Bacon. Tratan de la Escuela, de la Protesta, del Estado y del Juego.

ÍNDICE

LUJOSAS CALAMIDADES DE LA PEDAGOGÍA

(Prólogo)

I) LA ESCUELA Y SU OTRO

Para poetizar las educaciones comunitarias no escolares en tanto dique de contención contra el exterminismo occidental

PREÁMBULO

1. PROTOCOLO DE APROXIMACIÓN AL “OTRO” DE LA ESCUELA

1.1. Occidente carece de un poder hermenéutico universal

1.2. Acto de lecto-escritura

2. CARACTERIZACIÓN DE LAS MODALIDADES EDUCATIVAS NO-ESCOLARES

2.1. Comunidad

2.2. Libertad

2.3. Anti-pedagogía

2.4. Igualdad

2.5. Democracia

2.6. Apoyo mutuo cotidiano

2.7. Vida Buena

2.8. Apertura y fusión

2.9. Oralidad

3. MISERIA DEL INTERCULTURALISMO

4. PEDAGOGÍAS BLANCAS DEMOFASCISTAS

4.1. Fascismo y democracia

4.2. El demofascismo como avance desde lo antiguo: rasgos heredados e innovaciones

4.3. La escuela del demofascismo

4.3.1. Asistencia

4.3.2. Currículum

4.3.3. Dinámica

4.3.4. Evaluación

4.3.5. Gestión

4.3.6. Conclusión

NOTAS

II) EN LOS TIEMPOS DE LA PROTESTA DOMESTICADA

El anarquismo existencial como resistencia sin reglas, disidencia cretiva y bio-poética de la lucha

PRÓLOGO

1. EL DESCRÉDITO DE LA RAZÓN POLÍTICA

1.1. Causa

1.2. Sujeto

1.2.1. A la búsqueda del sustituto funcional del Proletariado

1.2.2. En torno al activismo social-cínico

1.3. Revolución

2. LA PROTESTA DOMESTICADA

2.1. Gestión política de la desobediencia

2.2. El doble plano de la domesticación de la protesta

2.2.1. Subjetividad Única Demofascista

2.2.2. Bienestarismo del Estado Social de Derecho

2.2.2.1. De la “necesidad” a las “pseudo-necesidades”

2.2.2.2. De las “libertades” a los “derechos”

2.2.2.3. Función pública “inhabilitante”

2.2.3. Ritualización y esclerosis de la lucha clásica

2.2.3.1. Metodologías asimiladas

2.2.3.2. Deconstrucción

3. BIO-POÉTICA LIBERTARIA

4. SENTIDO DE LA DESISTEMATIZACIÓN

NOTAS

III) ESTADO Y ETNOCIDIO

El exponente argentino

1. INTRODUCCIÓN. CANIBALÍSTICA DEL ESTADO

1.1. Filosofía política e ilustración socio-histórica

1.2. Una depredación cuádruple

2. ESTADO Y DOMINACIÓN SOCIAL

2.1. La percepción clásica

2.2. Canibalismo social argentino

3. EL ESTADO COMO DEVORADOR DE LA AUTONOMÍA INDIVIDUAL Y COMUNITARIA

3.1. La “sistematización de la existencia”

3.2. El exponente argentino: peronismo y kirchnerismo

3.2.1. Peronismo

3.2.2. Kirchnerismo

3.2.3. Más allá del “fuego amigo”

4. CANIBALISMO DISPERSO. LA CRÍTICA DE LA BIOPOLÍTICA (IRRELEVANCIA RELATIVA DE LA FORMA DE ESTADO Y PSEUDO-ANTAGONISMO ESTADO SOCIAL – ESTADO MÍNIMO NEOLIBERAL)

4.1. Estado coordinador, relaciones de poder y política de seguridad

4.1.1. Estado coordinador

4.1.2. Relaciones de poder

4.1.3. Política de seguridad

4.2. Crítica del biopoder y auto-construcción del sujeto

5. ESTADO Y ALTERICIDIO

5.1. Integración, interculturalidad y Estado etnocida

5.1.1. Integración

5.1.2. Interculturalidad

5.1.2.1. El artículo de fe

5.1.2.2. La Escuela como recluta

5.1.3. Integracionismo multiculturalista

5.1.4. Estado etnocida. Del «pogrom» al «programa»

5.2. El exponente argentino

5.2.1. Peronismo

5.2.2. Kirchnerismo

IV) EN DEFENSA DE LA RAZÓN LÚDICA

Para resignificar el «juego libre»

1. UNA LUCHA «EN» EL LENGUAJE: RE-SEMANTIZAR PARA DE-SEMANTIZAR

2. TURBIEDAD POLÍTICA DE LA NOCIÓN CONVENCIONAL DE «JUEGO»

3. RASGOS DEL «JUEGO LIBRE»

4. ¿ES LA «RAZÓN LÚDICA» LO PRIMERO?

5. JUEGO Y CAPITALISMO

5.1. La “ofensiva” contra el juego libre: mercado, poder y ciencia

5.2. Juego servil y demofascismo bienestarista

6. MÁS ALLÁ DEL “JUEGO REPRODUCTOR”: TOPOLOGÍA DE UNA RAZÓN LÚDICA SUBVERSIVA

6. 1. Juego reproductor

6. 2. A propósito del “juego negativo”

[Comparto «La Peste…» en mi blog, para libre lectura y descarga. Queda también a disposición de cualquier colectivo o proyecto que considere oportuno imprimirla, darle realidad táctil, editarla como libro. Si a alguien le interesa publicarla físicamente, agradezco que me lo cuente, para satisfacciones del Ego, pero ni siquiera hace falta: esta obra permanecerá abierta del todo, ofrecida verdaderamente para cualquier uso]

 

2018

Pedro García Olivo
Buenos Aires, 27 de mayo de 2019
http://www.pedrogarciaolivo.wordpress.com

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