¿EL FIN DE TODO?

Ciudadanía robotizada

El pesimismo, ilustrado o no, realista o no tanto, casi parece una broma de niño, una sombra chinesca, una sonrisa sardónica, al lado de lo que nos está aconteciendo y de lo que ya se ha implantando en nuestro interior.

Es insuficiente hablar hoy de «esclavitud», porque solo hay esclavos identificables donde hay amos relativamente libres; y, en este tiempo insuperablemente oscuro, tanto los dominadores como los dominados, lo mismo los verdugos que las víctimas, empresarios y trabajadores al unísono, padecen el mismo mal, que cancela toda ilusión de autonomía y de libertad: la robotización integral del espíritu, del corazón, de la inteligencia, de la imaginación, del deseo, del comportamiento, de la lucha incluso…

Como me resisto a usar términos tan elitistas como «alienación», «enajenación», etcétera, lo que supondría admitir una Consciencia Lúcida que enuncia la Verdad permaneciendo milagrosamente a salvo de esa ceguera sufrida por todos los demás; una Mirada Privilegiada por Clarividente y a cubierto del modo masivo de «error» y de «perdición» de unas gentes estimadas medio ignorantes y mayormente manipuladas; como anhelo evadirme de esos vicios intelectualistas y demagogo-despóticos, prefiero recurrir a una metáfora nada aristocrática, de raíz antipedagógica y desistematizadora: la de «ciudadano-robot».

Adjunto unos audios que envié a los compañeros de «Mugre de urbe», en Argentina, y de «Radio Alegría», en la Península Ibérica. Breve el primero y más demorado el segundo, pero hablando de lo mismo.

Discutibles punto por punto, señalan una senda de reflexión que quiero caminar a partir de la herida psíquica y de la remodelación de la subjetividad desencadenadas por el uso socio-político de la presente crisis sanitario-económica.

Ciudadano-robot 1. Breve

Ciudadano-robot 1. Versión dilatada

(Fotografía: Dibujo de Alicia Pérez, niña chiapaneca, que refiere el ataque del ejército a su comunidad indígena, mientras, con su madre, daba de comer a las gallinas. Como no eran todavía robots, como se resistían tercamente a la obediencia y obstruían proyectos estatal-capitalistas, se optó por el exterminio…)

(Aforismos desde los no lugares)

Pedro García Olivo, Alto Juliana, Aldea Sesga, Rincón de Ademuz, Valencia, 21 de mayo de 2020

Alicia Pérez

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