Reformismo Pedagógico progresista y robotización gradual de la sociedad
Bajo el capitalismo necrófilo contemporáneo (vírico, guerrero), basado en autodevastaciones controladas y en eugenesias económico-sociales, la figura del Policía de Sí Mismo queda “superada” (absorbida y rectificada, sin anularse) en la del Ciudadano-Robot. Estos son sus rasgos particulares:
. – La “instantaneidad” de su obediencia:
El Policía de Sí se caracterizaba por su docilidad de fondo, permanente, sustancial, psíquica; por organizar su existencia a partir del “modo de empleo de la vida” (G. Perec), de esas “instrucciones de uso” de sus días que le fueron suministrando desde el nacimiento y que eran “fijas”, constantes, invariables (“sé un buen hijo o una buena hija, una buena o un buen estudiante, un buen trabajador o una buena trabajadora, un buen esposo o una buena esposa, un buen padre o una buena madre, un buen propietario o una buena propietaria, un buen o una buena turista si puedes, una buena o un buen jubilado y un buen cadáver en tu segundo sepulcro -que tuviste en vida tu primer enterramiento-).
Sobre esa base, el Ciudadano-Robot añade una aquiescencia del momento, un asentimiento mecánico a directrices cambiantes, oscilatorias, a veces pendulares: ahora mascarilla sí y ahora no, ahora aquí sí y allá no; ahora quedas suelto hasta las diez, ahora hasta las doce, ahora hasta las dos de la madrugada, ahora todo el tiempo, ahora ya no quedas suelto; ahora puedes reunirte con tus “convivientes”, ahora con un número determinado y modificable de conocidos, ahora con quien quieras, ahora de nuevo con casi nadie… Esta “obediencia instantánea” es el rasgo más llamativo del Ciudadano-Robot, superación del Auto-Policía.
. – En la índole del Ciudadano-Robot se “recuperan” formas arcaicas de dominación, cuyo peso era subsidiario, decreciente, en el Policía de Sí:
En primer lugar, el “despotismo directo”, la sujeción “negra”, antigua, ejercida por el Gobierno, por el Poder Ejecutivo-Judicial -nuevas normas, reglas, leyes, imperativos que serán satisfechos-.
En segundo, la “coacción comunitaria”, “gris”, moderna, ejercida por el grupo, por conjuntos sociales, por la ciudadanía misma (“policía de los balcones”, p. ej.) y expresada en denuncias, acosos públicos, insultos, presiones para no disentir, no diferir, no negar.
Por último, un “auto-control”, una “auto-vigilancia” y una “auto-represión” con variable “mala consciencia”, con cierto “complejo de culpa”, con percepción íntima de la claudicación, de la bajeza, de la cobardía, como si estuviéramos dando una serie de pasos en la “dirección obligatoria” con un pañuelo en la nariz y ante el mal olor de nosotros mismos…
— — —
En mayo del año pasado, en el seno del Festival de las Artes Comunitarias de Cataluña, organizado por las gentes de Basket Beat, di una charla, titulada “Reinvenciones perversas de la Escuela. Reformismo pedagógico progresista y robotización gradual de la sociedad”. El texto que comparto hacía parte del guion de esa conferencia.
NÚCLEOS Y ADYACENCIAS DE LA ANTIPEDAGOGÍA Y DE LA DESISTEMATIZACIÓN
(Sugerencias, documentos y propuestas para ahondar en la crítica radical)
Presento una “caja de herramientas” para la deconstrucción o, cambiando de metáfora, una cartografía de territorios acaso inhóspitos, aunque también saludables, con localización de fuentes y de refugios. Facilito el acceso libre a las obras, de diversos géneros, sobre las que descansa la crítica de la pedagogía y, en general, de las sociedades capitalistas occidentales.
Esta recopilación de creaciones y de referencias ha sido motivada por el conjunto de charlas-coloquio que desarrollaré desde fines de marzo en el contexto del proyecto “Educación para la vida”. Serán ocho sesiones de dos horas, virtuales, centradas en los siguientes asuntos:
1) La Industria de la Educación Alternativa. Reformismo pedagógico, cosméticas de lo alternativo e intertexto antipedagógico
2) La educación demofascista. Sobre la alterno-represión institucional
3) La Escuela y su Otro. Modalidades educativas refractarias al dispositivo socializador occidental
4) Los límites de la innovación pedagógica. Retrato-robot de las Escuelas Alternativas
5) Iván Illich: tránsitos y paradojas de un desescolarizador intempestivo
6) Legitimaciones ideológicas de las tecnologías educativas “alternativas”: interculturalismo cínico, integracionismo alterófobo y ciudadanismo universalista etnocida
7) De la alfabetización de la mentalidad a la psique cibernética. Escuela y “homo digitalis”
8) Hacia un nuevo Orden Educativo Mundial (Conclusión)
A disposición de las personas inclinadas a participar en estos encuentros telemáticos, o simplemente interesadas por los asuntos que involucran, queda, a modo de mesa servida con manjares y con venenos, o de repertorio de mapas para no perderse o extraviarse sin remedio, la presente colección de ensayos, narrativas y producciones cinematográficas. Fiel a mi estilo, preparo la página y su contenido para descarga abierta, libre y gratuita.
Todas las obras pueden descargarse también desde esta página, que habilité en mi blog:
Foucault, M., (1976) Yo, Pierre Rivière, habiendo degollado a mi madre, mi hermana y mi hermano… Un caso de parricidio del siglo XIX presentado por Michel Foucault, Barcelona, Tusquets
García Olivo, P., (2005) El enigma de la docilidad. Sobre la implicación de la Escuela en el exterminio global de la disensión y de la diferencia, Barcelona, Virus Editorial
García Olivo, P., (2007) filme Cuaderno chiapaneco 1. Solidaridad de crepúsculo, Valencia, Los Discursos Peligrosos Editorial [Disponible en YouTube, en siete capítulos]
García Olivo, P., (2009) El educador mercenario, Madrid, Brulot
García Olivo, P., (2018) Me enseñó a ser árbol. Composiciones intempestivas desde la antipedagogía y la desistematización,Antofagasta (Chile), Mar y Tierra Ediciones
Grosfoguel, R., (2007) “Descolonizando los universalismos occidentales: el pluri-versalismo transmoderno decolonial desde Aimé Césaire hasta los zapatistas”, en Castro-Gómez, S. y Grosfoguel, R. [ed.], El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global, Bogotá, Siglo del Hombre Editores
Hayek, F. A., (2011) Camino de servidumbre (The Road to Serfdom, Universidad de Chicago, Rouledge Press, 1944), traducción al castellano digitalizada por Biblioteca de la Libertad
Heraud, J., (2015) No tengo miedo de morir entre pájaros y árboles. Selección de poemas de Javier Heraud, Valencia, Los Discursos Peligrosos Editorial (LDPE)
Kusturica, E., (1989) filme El tiempo de los gitanos
Kusturica, E., (1998) filme Gato negro, gato blanco
Kymlicka, W. y Norman, W., (1996) “El retorno del ciudadano. Una revisión de la producción reciente en teoría de la ciudadanía”, en Cuadernos del CLAEH, Montevideo, núm. 75
Sloterdijk, P., (2014) Reglas para el Parque Humano. Una respuesta a la “Carta sobre el Humanismo”, Valencia, Los Discursos Peligrosos Editorial (LDPE)
Participo en el Encuentro Mundial «Educación para la Vida» con la videoconferencia titulada «Escuela Mortífera».
Porque siempre creí que no se educa para la vida (y, en todo caso, ¿para qué vida se pretende educar, la vida bajo el liberalismo, bajo el socialismo, bajo el fascismo?), sino que es la vida la que educa. Quienes se apegan, desde hace años, a este rótulo, lo usan como un eufemismo: quieren decir «escolarizar» (da igual que de un modo «alternativo») para la vida sistematizada, la vida definida por los Estados y los capitales. Y, aún así, están engañando desde el título, acaso de manera cínica, porque en realidad se escolariza, se educa (administrativamente), creo que lo saben, para la muerte.
De eso hablaré el martes día 2 a las 6 de la tarde, hora de España: de la contigüidad entre la Escuela y la Muerte. Muerte física y muerte simbólica, muerte biológica y muerte cultural. Cuando son tan grandes las dimensiones del etnocidio propagado por la Escuela desde el siglo XIX, denunciado e ilustrado de forma admirable por R. Jaulin, entre muchos otros, uno casi siente la tentación de suscribir la acuñación provocativa de G. Bataille: “La muerte biológica es, en cierto sentido, una impostura”…
“¿Es posible la Educación después de Auschwitz?” se preguntaba, de un modo un tanto ingenuo, T. W. Adorno. ¡Por supuesto que sí, muchacho, que el principio de Auschwitz ha sido un fruto escogido de la educación occidental! ¡Que los campos de concentración y de exterminio se dieron precisamente en el país de Europa que presumía de más elevada cultura, de más refinada educación y de mejores escuelas! “Estimado Adorno, estamos reinventando las Escuelas, cambiándoles la planta y los métodos, para sustentar con eficacia el Demofascismo occidental, esa “cárcel al aire libre” que tú decías”.
La Escuela sigue matando en nuestros días, sigue combatiendo los reductos de la oralidad, la idiosincrasia indígena, los valores del nomadismo, los modos de vida rural-marginales y citadinos-suburbiales, las expresiones de esas culturas “no euro-norteamericanas” que plantan cara al expansionismo necrófago occidental, el derecho a la realidad de todas las subjetividades irregulares del planeta…
Desde un punto de vista teórico-filosófico, pero también didáctico-pragmático y empírico, quiero abordar la dimensión optimizadamente mortífera de nuestros centros educativos, reales o «posibles».
Relacionaré este asunto con los temas que estoy trabajando en los últimos tiempos: la dulcificación-ludificación de todas las instituciones, acompañada de la erradicación del Juego Libre; la forja contemporánea del Ciudadano-Robot, culminada bajo el reciente aprovechamiento político-ideológico de una crisis sanitaria; y la posibilidad ambivalente de la ciber-resistencia.
Para asistir a la charla es preciso una inscripción; pero procuraré grabar el encuentro para ponerlo a disposición de los interesados.
Cuando contemplé la programación, quise salir de ahí corriendo. Y les mandé este mensaje a los organizadores:
“Me retiro. He visto la programación y la he sufrido. Puro Fundamentalismo del Reformismo Pedagógico. No quiero tener nada que ver con estos tinglados político-educativos.
Me equivoqué una vez más y creí que en este proyecto se abrían camino para la reflexión independiente. Pero lo que va a acontecer es otra cosa: la misma Homilía Pedagógica de siempre, para beneficio de privilegiados y de ratones que explotan el cuento-negocio del Otro Mundo Que Es Posible con Otra Escuela.
Cuando se acabará este cinismo insuperable? Adiós!”.
Luego pensé que, de seguir así, iba a terminar condenándome a una suerte de autismo intelectual, encerrado en el gueto de mí mismo y de mis pocos compañeros, por lo que rectifiqué y confirmé mi participación. Lo bueno de clamar en el desierto es saber que uno ya no está tan solo: el desierto también existe. Y está lleno de vida.
En “La mirada de Ulises”, film de mi estimado Angelopoulos, un taxista borracho sale del auto en el que lleva al protagonista y exclama ante una imnensa y amenazante montaña cubierta de nieve que le cierra el paso: “¡Naturaleza!, ¿estás desesperada? ¡Yo también lo estoy!”.
Lo advirtió F. Nietzsche en 1780: “El fin de la escuela es el Estado. Y este su propósito: formar lo antes posible empleados útiles y asegurarse de su docilidad incondicional”.
«La Escuela trata al menor como a un bonsái:
le corta las raíces,
le poda las ramas
y le hace crecer siguiendo un canon de mutilación».
Cuando la vida está por encima de las palabras, es un lujo de la felicidad contarla, aunque sea torpemente o sin brillo. Cuando la vida no está a la altura del pensamiento, es todavía un consuelo esgrimir lo que se pensó y no se pudo llevar al plano de la existencia.
Os comparto un artículo muy sintético, que se me ha pulicado en la revista internacional «Magisterio» y un audio a propósito.
Con mi reconocimiento a los que hoy viven su pensar y mi apoyo a los que, sin haberlo logrado aún, no cejarán en ese empeño.
Contra la Industria de las Educaciones Alternativas
Cada día un poco más, la Escuela de la Democracia es, como diría Cortázar, una “Escuela de noche”. La parte ‘visible’ de su funcionamiento coercitivo aminora y aminora. Sostenía Arnheim que, en pintura como en música, la “buena” obra no se nota -apenas hiere nuestros sentidos. Me temo que este es también el caso de la “buena” represión: no se ve, no se nota.
Hay algo que está muriendo de paz en nuestras escuelas; algo que sabía de la resistencia, de la crítica. El “estudiante ejemplar” de nuestro tiempo es una figura del horror: se le ha implantado el corazón de un profesor y se da a sí mismo escuela todos los días.
Horror dentro del horror, el de un autoritarismo intensificado que a duras penas sabremos percibir. Horror de un cotidiano trabajo de poda sobre la conciencia. “¡Dios mío, qué están haciendo con las cabezas de nuestros hijos!”, pudo todavía exclamar una madre alemana en las vísperas de Auschwitz.
Yo llevo todas las mañanas a mi crío al colegio para que su cerebro sea maltratado y confundido por un hatajo de ‘educadores’, y ya casi no exclamo nada. ¿Qué puede el discurso contra la Escuela? ¿Qué pueden estas páginas contra la Democracia? ¿Y para qué escribir tanto, si todo lo que he querido decir a propósito de la Escuela de la Democracia cabe en un verso, en un solo verso, de Rimbaud: “Tiene una mano que es invisible, y que mata».
Diciéndolo de otro modo:
Algo sustancial se está alterando en la Escuela bajo la Democracia: aquel dualismo nítido profesor-alumno tiende a difuminarse, adquiriendo progresivamente el aspecto de una asociación o de un enmarañamiento. Se produce, fundamentalmente, una “delegación” en el alumno de determinadas incumbencias tradicionales del profesor; un trasvase de funciones que convierte al estudiante en sujeto/objeto de la práctica pedagógica…
Habiendo participado, de un modo u otro, en la Rectificación del temario, ahora habrá de ‘padecerlo’.
Erigiéndose en el protagonista de las clases re-activadas, en adelante se ‘co-responsabilizará’ del fracaso inevitable de las mismas y del aburrimiento que volverá por sus fueros conforme el factor “rutina” erosione la capa de novedad de las dinámicas participativas.
Involucrándose en los procesos evaluadores, no sabrá ya contra quién revolverse cuando sufra las consecuencias de la calificación discriminatoria y jerarquizadora.
Aparentemente al mando de la nave escolar, ¿a quién echará las culpas de su naufragio? Y, si no naufraga, ¿de quién esperará un motín cuando descubra que lleva a un mal puerto?
En pocas palabras: por la vía del Reformismo Pedagógico, la Democracia confiará al estudiante las tareas cardinales de su propia coerción. De aquí se sigue una invisibilización del educador como agente de la agresión escolar y un ocultamiento de los procedimientos de dominio que definen la lógica interna de la Institución.
… … …
He recogido estos párrafos, de “El enigma de la docilidad”, para señalar uno de los motivos de la charla-debate que desarrollaré en Laukiz, Bilbao, el día 24 de julio, a las cinco de la tarde, en el seno del Festival organizado por Laburagunea. Para más información sobre este evento: https://pedrogarciaolivo.files.wordpress.com/2020/07/laborfest-infoa-cast.pdf
Para poetizar las educaciones comunitarias no escolares en tanto dique de contención contra el exterminismo occidental
Presento la versión final de este estudio, que he revisado, extendido y reorientado. Es el primero de los cuatro ensayos «contra la sistematización capitalista de la vida» que componen La Peste pedagógica, obra que este otoño concluiré y dejaré libre, para cualquier iniciativa y para todo uso, desde mi blog («¿Eres la Noche?»). Recogo aquí su Preámbulo y su índice. Facilito tambien un enlace para su lectura íntegra o su descarga:
No se accede al interior de un objeto simplemente acercándolo a la vista. A menudo, solo nos damos cuenta de la esencia de las cosas cuando recabamos en lo que las rodea, en lo que está cerca de ellas y ciertamente no son. Con frecuencia, es necesario alejar el foco, ampliar la perspectiva, para permitir que otras realidades entren en el campo de visión.
Para profundizar la crítica de la Escuela se requiere precisamente ese viaje: reparar en su “otro”, en aquellas modalidades educativas que no pasan por el trípode Aula/Profesor/Pedagogía. Y es entonces cuando se torna evidente que la educación administrada, estatal-escolar, no constituye más que una opción cultural, el hábito educativo de apenas un puñado de hombres y mujeres sobre la tierra, las gentes de Occidente.
Como los hombres de Occidente eran los más fuertes, en lo económico y en lo militar, al socaire del imperialismo y de la colonización pudieron expandir “sus” escuelas, globalizarlas, hasta producir finalmente la engañifa de que sin ellas no hay Educación…
Surgía así el “mito liberal”, en expresión de I. Illich, que vinculaba el proyecto de la escolarización universal con las fantasías del Progreso, la Igualdad de Oportunidades, la Escalada Social, los Derechos Humanos, los Intereses Generales de la Humanidad y el Bien Común Planetario. El nuevo “fundamentalismo” se apoyó siempre en la palabra de los expertos y de los tecnócratas, pero también, desde el principio y cada vez que le hacía falta, en las balas de los soldados, las policías y los paramilitares.
Entre la bala y la escuela se estableció pronto una relación muy estrecha: la bala abría el camino de la colonización y la escuela lo culminaba; la bala combatía el antagonismo mediante la eliminación física y la escuela completaba el trabajo cancelando la diferencia cultural e “integrando” la subjetividad otra.
Durante demasiado tiempo, la crítica de la Escuela se centró únicamente en su malevolencia “interior”, en lo que esta hacía con “nuestros” hijos, y se habló entonces de “ideologización”, de “socialización represiva”, de “poda” y de “doma”. Era tan feroz el etnocentrismo de los críticos occidentales que apenas se reparó en la nocividad “exterior” de nuestra fórmula educativa. Y hubo que esperar y esperar hasta que algunas voces subrayaron lo obvio: que la Escuela es un poder altericida, etnocida, virulencia que acaba con las otras culturas, desestructurándolas de arriba a abajo y refundándolas conforme a patrones occidentales; que la Escuela suprime la diferencia en el carácter, en la personalidad, en la filosofía y en el estilo de vida, contribuyendo a la consolidación de la Subjetividad Única, plegada sobre el ciudadano urbano capitalista; que la Escuela tiene desde sus orígenes, valga la metáfora, las manos manchadas de sangre, pues extermina deliberada y metódicamente al hombre oral, a esos otros seres humanos que vivían al abrigo de las culturas de la oralidad.
Pretendo volver la vista a ese “otro” de la Escuela, hoy negado, excluido, mistificado, avasallado, en vías de aniquilación. La dignidad de esa alteridad educativa, vinculada a formaciones sociales igualitarias, que desconocían la fisura social y se resistían a la farsa sangrienta de nuestras democracias, señala, por un movimiento complementario, el oprobio de la Escuela, construida sobre la figura del “alumno” en tanto “prisionero a tiempo parcial”, del profesor como “educador mercenario” y de la pedagogía tal compendio del autoengaño docente e instancia readaptadora del artificio socializador y subjetivizador.
Aproximarse a la educación comunitaria indígena, a la educación tradicional de los pueblos nómadas, a las modalidades educativas del entorno rural-marginal occidental y a la educación alternativa no-institucional es el modo más efectivo de desvelar la infamia original de la Escuela, soldada al Capitalismo y a su exigencia de una reforma moral de la población, de una intervención policíaco-pedagógica sobre la consciencia de los jóvenes.
Para un tal desvelamiento, es el pensar mismo lo que debe ser en primer lugar desescolarizado…
ÍNDICE
Preámbulo (página 1)
1. PROTOCOLO DE APROXIMACIÓN AL “OTRO” DE LA ESCUELA (página 2) 1.1. Occidente carece de un poder hermenéutico universal (página 2) 1.2. Acto de lecto-escritura (página 4)
2. CARACTERIZACIÓN DE LAS MODALIDADES EDUCATIVAS NO-ESCOLARES (página 6) 2.1. Comunidad (página 6) 2.2. Libertad (página 7) 2.3. Anti-pedagogía (página 8) 2.4. Igualdad (página 8) 2.5. Democracia (página 9) 2.6. Apoyo mutuo cotidiano (página 13) 2.7. Vida Buena (página 17) 2.8. Apertura y fusión (página 19) 2.9. Oralidad (página 20)
3. MISERIA DEL INTERCULTURALISMO (página 22)
4. PEDAGOGÍAS BLANCAS DEMOFASCISTAS (página 26) 4.1. Fascismo y democracia (página 27) 4.2. El demofascismo como avance desde lo antiguo: rasgos heredados e innovaciones (página 28) 4.3. La escuela del demofascismo (página 29)
4.3.1. Asistencia (página 29)
4.3.2. Currículum (página 29)
4.3.3. Dinámica (página 30)
4.3.4. Evaluación (página 31)
4.3.5. Gestión (página 31)
4.3.6. Conclusión (página 32)
Notas (página 33)
Pedro García Olivo
Buenos Aires, 3 de marzo de 2019
www.pedrogarciaolivo.wordpress.com
Para contactar: pedrogarciaolivo@gmail.com Sitio: Aldea Sesga, Paraje Alto Juliana, en la Solana de la Madre Puta, Rincón de Ademuz, Ademuz-46140, Valencia
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